Todos nacemos perdidos y seguimos perdidos hasta que Jesús nos encuentra. A veces, las actividades diarias en nuestras vidas crean la ilusión de propósito y significado, pero la realidad es que sin Jesucristo nuestra vida es desesperada y vacía. Nuestro corazón anhela a Dios y no es hasta que Jesucristo nos intercepta con su invitación que nos damos cuenta de lo perdidos que estamos. La invitación de Jesús es simple pero profunda. "Sígueme", dice, y cuando respondemos positivamente a su invitación, nuestra vida está llena de un nuevo sentido de su curación y presencia que excede todo lo que este mundo puede ofrecer.
Sermon Category: Intocables
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El Paralitico Cargo su Cama
A veces sabemos que Dios puede ayudarnos, pero por muchas razones, no somos capaces o dispuestos a ayudarnos a nosotros mismos. Cuando nuestros recursos personales no pueden acercarnos al que puede transformar nuestras vidas con Su Palabra, Dios ha proporcionado una comunidad de fe para eliminar las barreras que nos separan de su presencia. En este pasaje, veremos la gracia de Dios encarnada en la intercesión completa de una comunidad centrada en Cristo.