En esta vida el sufrimiento no es opcional. La causa de nuestro sufrimiento, sin embargo, puede ser algo que podamos determinar. Cuando sufrimos por hacer el mal, el sufrimiento es simplemente el resultado inevitable del mal. Cuando sufrimos por causa de la justicia, sin embargo, nos convertimos en miembros contraculturales de la familia de Dios, semejantes a Cristo. Dios no nos ha prometido evitar que suframos, pero Dios nos ha prometido
mantennos a través de todo.