La Palabra de Dios es la semilla de la vida de Dios; Su Palabra es capaz de cumplir los planes de Dios. Vivir en un mundo caído crea desafíos para que la bendición de Dios florezca y para que la vida se multiplique. Ya sea depredadores, condiciones inhóspitas o competencia de formas de vida agresivas, la vida en un mundo caído se ha convertido en una lucha. Sin embargo, todavía hay lugares donde la vida encuentra condiciones para crecer y multiplicarse. Al final, nuestra respuesta a la Palabra de Dios determinará el tipo de vida que vivimos y multiplicamos.