Los lugares y los programas son solo instrumentos para que las personas experimenten la presencia de Dios. La oración de Salomón muestra claramente que el propósito del templo era crear un espacio sagrado y tiempo para que las personas tengan comunión con Dios y experimenten su redención a pesar de sus deficiencias. Hay mucha gracia en el reino de Dios cuando nos acercamos a él. La gracia nos recuerda que cuando nos damos cuenta de que lo que tenemos recibimos por gracia, entonces también debemos dar por gracia para que Dios bendiga a los que necesitan su gracia.