Cuando la oposición al evangelio cierra una puerta, el Señor abre otra. Habiendo rechazado el evangelio, Dios cambia el enfoque del esfuerzo misionero de Pablo del pueblo judío en Corinto a los gentiles conocidos por sus formas idólatras e inmorales. La historia de la iglesia en Corinto es otro ejemplo de cómo Dios resiste a los orgullosos y le da gracia a los humildes.