En sus comentarios finales, Pedro resume su epístola con una exhortación final para mantenerse fieles hasta el final que crece en el conocimiento de Jesucristo. Después de todo, aquellos que son fieles en poco son fieles en más. Dios sabe que no somos perfectos y eso está bien, el Señor nos está perfeccionando. En este lado del cielo, Dios está buscando fidelidad, no la perfección. Mientras nos encuentre aferrados a él, todo estará bien.