Nuestro viaje con Cristo es un proceso de desarrollo en el que crecemos al aceptar la gracia de Dios en la salvación en un estilo de vida que pone en práctica sus enseñanzas (nuestra caminata) y finalmente se enraizan y establece en la vida misma de Jesucristo. Sin embargo, a lo largo de nuestro camino hacia la madurez, hay muchos peligros y voces competitivas que buscarán desviar nuestros pasos de llegar a nuestro destino de mayor fecundidad. En estos versículos, Pablo comparte su receta de madurez: la supremacía y la suficiencia de Jesucristo para toda la vida. En la teología de Pablo, Cristo más nada es igual a todo lo que necesitamos para vivir la plenitud de la vida que Dios tiene para nosotros.