El plan original de Dios para la humanidad era la fecundidad. Irónicamente, en Génesis 3 es comer de la fruta incorrecta que hace que la humanidad se sumerja en el pecado. Es la fruta la que revela la plenitud de la bendición y la fruta de Dios que nos hizo caer en el vacío de la muerte. La verdadera fecundidad es el resultado de la fidelidad que da vida. Por el contrario, consumir el fruto de la fidelidad resulta en la muerte. En este capítulo, exploraremos la realidad del pecado como incredulidad y rebelión contra la palabra revelada de Dios que resulta en nuestra incapacidad para lograr la bendición de la fecundidad de Dios, aparte de su gracia.
Author: Diego Mota (Diego Mota)
Multiplication in a fallen world: Eating from the wrong tree
God’s original plan for humanity was fruitfulness. Ironically, in Genesis 3 it is eating from the wrong fruit that causes humanity to plunge into sin. It is fruit that reveals the fullness of God’s blessing and fruit that caused us to fall into the emptiness of death. True fruitfulness is the result of life-giving faithfulness. Conversely, consuming the fruit of faithlessness results in death. In this chapter, we will explore the reality of sin as unbelief and rebellion against God’s revealed word resulting in our inability to attain God’s blessing of fruitfulness apart from his grace.
Multiplícate: Su bendición vivificante
La multiplicación de la vida es el ADN de la bendición de Dios. Nos hicieron a la imagen de Dios para multiplicar su imagen. Debido al pecado, la imagen de Dios fue desfigurada. A través de Jesucristo, la imagen de Dios se restaura en la humanidad y la bendición de Dios renovada. La multiplicación del discipulado es y siempre ha sido el plan de vida de Dios.
Multiply: God’s life-giving blessing
Life multiplication is the DNA of God’s blessing. We were made in God’s image to multiply his image. Because of sin, the image of God was defaced. Through Jesus Christ, the image of God is restored in humanity and God’s blessing renewed. Discipleship multiplication is and has always been God’s life-giving plan.
La Palabra se hizo Carne
La gracia y la verdad son dos extremos de la tensión que Dios ha tenido que navegar para ponernos en relación con él. Debido a nuestro pecado, el evangelio proclama que merecemos morir. Esto es verdad. Pero por el amor de Dios, Dios no quiere que muramos. Entonces, en su gracia, Dios nos proporcionó una manera para que no tengamos que hacerlo. La encarnación de Jesús es el camino de Dios. El evangelio proclama al Dios que satisfizo su verdad a través de su amor y gracia. La encarnación de Jesús proclama al Dios que se da a sí mismo para dar a aquellos que no tienen nada por su cuenta.
The Word: God from whom all blessings flow
Grace and truth are two ends of the tension that God has had to navigate to bring us into relationship with him. Because of our sin the gospel proclaims that we deserve to die. This is truth. But because of God’s love God does not want us to die. So in his grace God provided a way for us not to have to. Jesus’ incarnation is God’s way. The gospel proclaims the God who satisfied his truth through his love and grace. Jesus’ incarnation proclaims the God who gives himself to give to those who have nothing on their own.
La Palabra: Buscador de los Perdidos
En un mundo abrumado por la oscuridad, Dios habla su luz. Dios habló en muchos sentidos al Padre a través de los Profetas, pero en estos últimos días ha hablado a través del Hijo (Heb. 1: 1-2). La palabra llegó al mundo para buscar y salvar a los perdidos. La luz de Dios entra en el reino de la oscuridad para brillar la vida sobre aquellos que habitan en el valle de la sombra de la muerte. La encarnación de Jesús significa que se nos puede encontrar, incluso cuando nos sentimos más perdidos.
The Word: Seeker of the lost
In a world overwhelmed by darkness, God speaks his light. God spoke in many ways to the father’s through the prophets but in these last days he has spoken through the Son (Heb. 1:1-2). The Word came to the world to seek and save the lost. God’s light enters into the realm of darkness to shine life upon those who dwell in the valley of the shadow of death. Jesus’ incarnation means that we may be found, even when we feel most lost.