No todo lo que brilla es oro, este dicho capta la posibilidad de dejarse engañar por la apariencia de las cosas. En el ámbito espiritual, el potencial de engaño y distracciones es una realidad siempre presente que el discernimiento amoroso debe discernir tanto en cuestiones de fe como de práctica. Afortunadamente, la revelación de Dios a través de Jesucristo en el evangelio es clara como el día y está disponible para todos, de modo que podamos tener un punto de referencia que nos mantenga atados a la vida de Dios pase lo que pase. Es en la seguridad del amor de Dios y el amor de su pueblo que todos los temores pueden ser desechados y experimentar la libertad de vivir bajo el amor perfecto de Dios.