Hay una diferencia entre lo que buscamos y lo que Dios sabe. En este pasaje Jesús nos dice que las naciones buscan ansiosamente lo que Dios ya sabe que necesitamos. Vivir a la luz del cuidado providencial de nuestro Padre amoroso es ser libres para hacer de su reino y su justicia la principal prioridad de nuestras vidas. Todo lo demás encontrará el lugar que le corresponde en nuestras vidas si hacemos de lo principal lo principal. Para el seguidor de Jesús, el Reino de Dios es lo principal.