El principal campo de batalla para crecer en la madurez similar a Cristo no está afuera en el mundo sino dentro de nuestras cabezas en nuestras mentes. En estos versículos, Pablo nos recuerda que todo es importante para nuestra caminata establecer nuestras mentes en aquellas cosas que tienen un impacto eterno y definen quiénes somos como seguidores de Cristo. A menos que permitamos que Dios renueve nuestras mentes por su palabra, nos quedaremos cortos de la vida que tiene para nosotros.