Pasar de recibir a dar es crucial para nuestro proceso de madurez. Para pasar de los discípulos a los creadores de discípulos, necesitamos tener una mentalidad que se centre en invertir en el crecimiento de los demás, no solo en el nuestro. El Ministerio de Discipulado de Pablo en Antioquía se convierte en el sello distintivo de lo que, incluso el mundo, reconoce como distintivamente cristiano.